¿Quieres que una página de tu sitio web deje de aparecer en Google? Eso es lo que llamamos desindexar una página. Esta práctica es esencial para quienes desean mantener actualizado su sitio, eliminar contenido obsoleto o evitar la publicación de información sensible o errónea en el motor de búsqueda más utilizado del mundo, Google.
En este artículo se explican los métodos más efectivos para desindexar una página de Google, incluyendo pasos concretos y recomendaciones clave para lograrlo.
¿Qué significa desindexar una URL?
Desindexar una URL significa eliminarla del índice de Google, de modo que dicha página no aparezca en los resultados de búsqueda. Esto no implica necesariamente eliminar la página del sitio web, sino impedir que Google la muestre en sus resultados.
Este proceso es útil en diferentes escenarios: eliminar páginas con contenido duplicado, quitar URLs que ya no aportan valor, corregir información errónea, o proteger datos que no deberían ser públicos.
Métodos principales para desindexar URLs en Google
1. Solicitud de eliminación temporal en Google Search Console
Google Search Console es la herramienta oficial para administrar cómo Google interactúa con un sitio web. Para desindexar una URL, se utiliza la función de «Retirada de URL» en la sección de «Indexación» dentro de Search Console.
Pasos para solicitar la retirada:
- Acceder a Google Search Console y dirigirse a Indexación > Retirada de URL.
- Hacer clic en «Nueva solicitud» y pegar la URL que se desea eliminar.
- Elegir entre retirar solo la URL específica o todas las URLs que compartan un prefijo (por ejemplo, un directorio como «/blog»).
- Confirmar y enviar la solicitud.

Esta acción provoca que Google retire temporalmente la URL del índice durante un periodo aproximado de seis meses. Transcurrido este tiempo, si la página sigue siendo accesible y no se aplican otras medidas, la URL puede volver a indexarse. Es importante hacer seguimiento, ya que en ocasiones la solicitud de retirada se caduca antes de los 6 meses.
Por esta razón, esta técnica debe combinarse con otras para asegurar la eliminación permanente. Estás técnicas incluyen: implementar la etiqueta noindex, configurar errores 404 o 410 y bloquear el acceso mediante el archivo robots.txt o mediante reglas del servidor, como en el archivo .htaccess.
2. Uso de etiquetas noindex a través de plugins SEO como Yoast SEO o Rank Math
La etiqueta HTML noindex indica a los motores de búsqueda que no deben indexar una página. Es una forma directa y efectiva de controlar qué contenido aparece en Google.
En sistemas CMS como WordPress, plugins SEO populares como Yoast SEO o Rank Math permiten implementar esta etiqueta fácilmente sin necesidad de modificar código. En cada página o post tenemos la opción de marcar está etiqueta de manera sencilla.

Cuando una página tiene la etiqueta noindex:
- Google la elimina del índice después de rastrearla.
- Se retira automáticamente del sitemap XML, lo que acelera el proceso.
- La página deja de aparecer en los resultados de búsqueda con el tiempo.
Este método es especialmente recomendable para contenido que debe permanecer accesible para usuarios pero no debe ser visible en buscadores, como páginas internas, políticas de privacidad, o contenido temporal.
3. Bloqueo mediante archivo robots.txt
El archivo robots.txt indica a los rastreadores de Google qué secciones o URLs no deben ser exploradas. Por ejemplo:
Incluir la instrucción dentro de tu robots: Disallow: /pagina-privada/

Sin embargo, el bloqueo mediante robots.txt solo impide el rastreo, no la indexación si Google ya conoce la URL por enlaces externos. Por eso, el bloqueo solo es efectivo para evitar que se indexen páginas nuevas o que no sean rastreadas.
Para asegurar la desindexación, esta técnica debe usarse en combinación con la etiqueta noindex o la eliminación directa de contenido.
Acciones complementarias para evitar reindexación después de la retirada temporal
La solicitud de eliminación en Google Search Console tiene una vigencia temporal de seis meses. Para evitar que las URLs retiradas vuelvan a aparecer tras este periodo, es necesario:
- Implementar la etiqueta noindex en las páginas correspondientes para que Google no las indexe nuevamente.
- Eliminar el contenido de la URL, configurando un error 404 (Página no encontrada) o 410 (Contenido eliminado). Estos códigos HTTP indican a Google que la página ya no existe y debe ser eliminada del índice.
- Bloquear el acceso mediante robots.txt para que los bots no puedan rastrear la página.
- Eliminar o actualizar enlaces internos y externos que apunten a la URL para evitar que Google la descubra de nuevo.
Consejos para acelerar el proceso de desindexación
- Solicitar la eliminación en Google Search Console cuanto antes para acelerar la retirada temporal.
- Revisar el código fuente de la página para asegurar que la etiqueta noindex esté correctamente implementada, sin errores sintácticos.
- Eliminar enlaces hacia la URL tanto en el sitio propio como en otros dominios para evitar que Google rastree y reindexe la página.
- Usar la herramienta de inspección de URLs en Search Console para solicitar que Google rastree la página después de aplicar la etiqueta noindex o eliminar el contenido.
- Monitorear el estado de las URLs en Search Console para confirmar que la desindexación se ha realizado y se mantiene.
Técnicas avanzadas y buenas prácticas para la gestión de URLs
- Redirección 301: Si una página ya no debe existir pero tiene valor para SEO, se recomienda redirigirla a una URL relevante para no perder autoridad.
- Auditorías periódicas de URLs para identificar contenido obsoleto, duplicado o problemático.
- Actualización de contenido para evitar que páginas sean penalizadas o se vuelvan irrelevantes.
- Configuración de reglas en el servidor (por ejemplo, en .htaccess) para controlar el acceso y las respuestas HTTP de URLs específicas.
Conclusión
La desindexación de URLs es una práctica esencial para mantener un sitio web saludable, relevante y alineado con los objetivos SEO. La combinación de la retirada temporal en Google Search Console, el uso adecuado de la etiqueta noindex, el bloqueo mediante robots.txt y la correcta gestión de códigos de estado HTTP asegura un control efectivo sobre qué contenido aparece en Google.
Implementar estas técnicas garantiza que el contenido obsoleto o no deseado se retire correctamente del índice, evitando posibles problemas de SEO y protegiendo la reputación online.
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